INSTITUTO DEL LIBRO Y LE LECTURAINLEC DEL PERÚ
DÍA DE LA EDUCACIÓN INICIAL
25 DE MAYO
LA EDUCACIÓNINICIAL EN LA VISIÓNDE LA ESPERANZA
DÍA DE LA EDUCACIÓN INICIAL
25 DE MAYO
LA EDUCACIÓNINICIAL EN LA VISIÓNDE LA ESPERANZA
Danilo Sánchez Lihón
"El arte hace surgir la verdad". Martín Heidegger
"El arte hace surgir la verdad". Martín Heidegger
A. FORJÁNDOSE LA EDUCACIÓN INICIAL EN EL PERÚ
1. La Educación Inicial en el Perú
La Educación Inicial como primer nivel del sistema educativo peruano data su existencia a partir de los años 70 del siglo anterior, oficialmente a partir del año 1972, cuando se la instituye en el marco del proceso de la Reforma de la Educación Peruana.
Sin embargo, en su devenir hay varios otros hitos notables que abarcan desde un poco antes del inicio del siglo XX, cuando Juana Alarco de Danmert en 1896 funda la Sociedad Auxiliadora de la Infancia que incluía entre sus fines el establecimiento de centros educativos para niños de 0 a 7 años.
Elvira García y García, cofundadora de la citada Sociedad, establece en 1902 el primer kindergarten para niños de 2 a 8 años, anexo al Liceo Fanning para señoritas, inspirada en la doctrina y el ejemplo del pedagogo alemán Federico Froebel.
Las hermanas Victoria y Emilia Barcia Boniffati al regresar de Europa crean en 1921, y en Iquitos, el Kindergarden Moderno.
Aproximadamente, diez años después, el 25 de mayo del año 1931 Victoria y Emilia Barcia Boniffati, son llamadas por el Presidente Augusto B. Leguía para fundar oficialmente el Primer Jardín de la Infancia en el Perú, dirigido a niños de 4 a 5 años de edad, fecha que se conmemora como el Día de la Educación Inicial en el Perú.
2. Primer Nivel del Sistema Educativo
El primer Jardín de la Infancia funcionó en el Parque La Mar de Lima, con carácter público y gratuito, bajo el lema “Todo por amor, nada por fuerza”, institución educativa que después ha pasado a ser el centro de aplicación del Instituto Nacional Superior Peruano de Educación Inicial, INSPEI, que funciona hasta la fecha en el distrito de San Miguel.
Pasó una década para establecerse, en 1939, la primera Escuela de Preparación para Maestras Jardineras de la Infancia y tres décadas para que funcione el Instituto Nacional de Especialización Infantil (1959), con el propósito de preparar maestras que trabajen en dichos centros, con el objetivo de: favorecer el proceso de socialización, formación de hábitos y el desarrollo de habilidades y destrezas que preparen al niño para su ingreso a la etapa escolar.
Ya en marzo de 1972 el gobierno militar y reformista de aquella época promulga la Ley General de Educación que considera a la Educación Inicial como el Primer Nivel del Sistema Educativo Peruano:
“...destinado a crear las condiciones indispensables para el desarrollo cabal de las potencialidades de los niños, fortaleciendo la necesaria acción familiar y comunitaria, complementándola cuando sea deficiente y supliéndola cuando falte”.
3. No se limita a los aprestamientos
Esta nueva concepción corrige la inmediata anterior que visualizaba la Educación Inicial como antesala y preparación para la Educación Primaria. De esta nueva iniciativa son propulsores Carlos Castillo Ríos y Walter Peñaloza Ramella, quienes elaboraron el proyecto innovador en el marco de la nueva concepción de la educación que conducían a nivel general los maestros Augusto Salazar Bondy y Emilio Barrantes Revoredo.
La estructura del nivel de la Educación Inicial recién concebido en aquella fecha es el de Cunas, para niños de 0 a 3 años de edad y Jardines de Niños para los infantes de 3 a 5 años. Complementario a esto se consideran los Programas No Escolarizados, PRONOIs, dirigidos a padres de familia y comunidad.
La Educación Inicial pasa, de este modo, a tener su propia filosofía, sus fines autónomos, así como sus objetivos y metodologías específicos, contando además con sus propios fundamentos científicos y doctrinarios, sustentados principalmente en las investigaciones del biólogo y psicólogo suizo Jean Piaget, cuyos estudios esclarecieron las fases y características en la adquisición y construcción del conocimiento en niños y adolescentes.
No es el nivel de la Educación Inicial –así se lo reconoce en la Ley General de Educación, se lo siente y se lo vive– una antesala ni una preparación para la Educación Primaria, mucho menos se limita a los aprestamientos para la enseñanza en las diversas disciplinas del conocimiento; ella ha alcanzado a tener cabalmente una deontología propia, un ideario y un destino que la ennoblece y la hace genuina.
4. Ser comprendidos, amados y felices
La Educación Inicial ya desde su institucionalización definió lúcidamente sus propios fines. Concordante con eso, es importante que la articulación con los primeros grados de la Educación Primaria no sea una presión o una imposición de esta última buscando que se adapte aquella a requerimientos y exigencias que no le son pertinentes.
Es bueno dedicar la mayor atención y desvelo a la educación en los primeros años de vida del niño puesto que ya está demostrado fehacientemente que las capacidades que se desarrollen y los aprendizajes que se construyan en este período son básicos y decisivos en lo que se refiere a la conformación de la sensibilidad, inteligencia, comportamiento y valores.
Si queremos construir desde el cimiento hasta la cumbrera y no desde la teja airosa para después tratar de colocar la piedra fundamental que sostenga la casa, hay que atender lo que nos recomendaba desde hace ya más de 200 años Juan Jacobo Rousseau cuando decía que “el niño tenía derecho a ser entendido antes que ser educado”, a lo que nosotros agregaríamos que a ellos les asiste, de igual modo, el derecho mayor e inaplazable a ser comprendidos, amados y felices.
5. La educación de la esperanza
La educación tiene que alcanzar una comprensión amplia tomando como base el ser integral del niño. Una visión cabal de lo que es educar es no reducir esta función a la mera adquisición de conocimientos sino a un desarrollo global de la persona humana, dando debida atención a la psicomotricidad, al ámbito socioemocional e intelectual del educando.
Ha de fundarse en los saberes y quereres más íntimos y genuinos del niño, que se proyecta al padre, a la casa y al hogar; que reeduca a la familia, ligando además en ese cometido la actuación de otros sectores del acontecer social como son: salud, vivienda, comunicación, medio ambiente y otros.
Es importante en esta visión de la educación ubicar la formación del niño en el espacio del juego, de la recreación artística, de la comunicación en general, reivindicando el gesto, la caricia, la palabra, el abrazo.
De este modo se ha fundando en nuestro país la educación de la esperanza, de la entrega generosa, del anhelo de un destino superior, donde se manifieste y florezca el canto a la vida, con la pujanza y vitalidad de un profesorado con dedicación y entusiasmo por su trabajo en el aula y por proyección a la comunidad en el ideal de instaurar una sociedad solidaria.
6. Del arroyo que se hace río, laguna o mar
La clave de todo este accionar radica en el amor y en la esperanza que han de hacerse vigentes en la relación maestro niño, amor y esperanza que lo alientan y animan todo, fuerzas que todo lo integran, redimen y proveen de sentido.
Porque, así como en el vino, por más que mezclemos infinidad de veces el zumo de la vid y la miel que lo componen no obtendremos este producto si no se sigue el proceso de su decantación, así también en educación y en la vida, no alcanzaremos a dar el temblor, el pálpito ni el pulso primero y final que nos abra paso al sentir y al despertar, si no alentamos en el fondo de su milagro y prodigio el amor y la esperanza.
Proposición es esta que se alinea en el ser y el anhelo de una educación de la ternura, de la flor que presiente el fruto, del arroyo que se hace río, laguna o mar que concilie con el milagro de la vida, de su trascendencia y su intrínseca eternidad.
Unos versos del poeta Yogonanda, encuentro de mucha significación y precisos para el contenido que hoy nos ocupa, cuando dice:
A través de estambres y pistiloshas creado tú las flores puras.Y a través de mis padres y su uniónmi cuerpo has modelado con dulzura.Así como tú eres el creador de todo bienasí lo somos nosotros también.Enséñanos a crear, sagradamentesantamente, ya sea nobles hijoso nobles ideas.
B. IMPORTANCIA DE LA LITERATURA INFANTILEN LA EDUCACIÓN INICIAL
1. Formar niños capaces de asumir su destino
Vivimos en un mundo signado por cambios continuos que son efecto del desenvolvimiento de los procesos culturales, sociales y políticos, como también del avance cada día más vertiginoso de la ciencia, la técnica y la economía.
Teniendo como referencia el desafío de construir en nuestras sociedades la modernidad con identidad, con sensibilidad y valores, es importante estar debidamente atentos a todas las corrientes de pensamiento y acción y ser conscientes de los problemas y, sobre todo, de cuáles son las soluciones adecuadas a fin de resolverlos afianzando lo humano y sus dones primigenios.
Ya es bastante conocido por todos que la base del desarrollo del ser humano se gesta en los primeros años de vida, cuya atención y cuidado se confía y corresponde al nivel de la Educación Inicial, que abarca "cunas" y "jardines", que atienden las etapas en que el niño traza y cimienta su personalidad integral.
Es por eso que siempre será fundamental dedicar a este nivel los mayores esfuerzos, proyectando la suficiente visión en el trabajo y la entrega que permita que ella se concrete y plasme, visión que permita esclarecer criterios en cada uno de los aspectos que lo influyen y condicionan para que sean siempre coherentes con la realidad.
Asimismo, es deseable en los maestros y maestras imbuirse de los mejores atributos que nos permitan acertar en el ideal de formar niños capaces de asumir su destino y realización en el mundo con lo mejor de sus potencialidades.
2. El rol de la literatura infantil
El rol de la literatura infantil ha sido revalorizado para la educación en general, porque pasó mucho tiempo en el cual se juzgó que para educar debería hacerse únicamente sobre bases objetivas, en función de las cosas, las técnicas, los servicios y el mundo concretos.
Pero ahora incluso la ciencia a través de la psicología revalora la emotividad para el desarrollo integral de la personalidad y la psicolingüística advierte acerca de la importancia del desarrollo del lenguaje para tener pensamientos, acciones conscientes y socialización.
Si a ello se suma que las investigaciones en general revelan lo imprescindible de la fantasía para el desarrollo de la inteligencia humana, es entonces cuando la concepción y reflexión educacional vuelven los ojos para reconocer la importancia del juego, de la imaginación y la creatividad, terminándose por otorgar un valor enorme a la literatura infantil en la Educación Inicial.
Porque ocurre que cuando el niño grita «¡los caballos!, ¡los caballos!», para nosotros los adultos es algo corriente y de rutina, en donde ya no ocurre nada de extraordinario ni del otro mudo. Sin embargo, para los niños no solo es un mensaje y un grito de júbilo, sino que es toda una jornada de honda poesía que los niños la viven de manera intensa y real.
Así, un niño travieso puede jugar a fantasear a ser el niño travieso, el otro que es tranquilo y ordenado puede hacer de sí mismo todo un personaje mágico, porque entre realidad y fantasía para ellos no hay diferencias ni fronteras y la superponen de manera habitual.
3. Mundo objetivo y fantasía
Sin embargo, en algunos ámbitos el debate aún sigue siendo vehemente de si la educación puede y debe valerse de la fantasía, de la imaginación y de la subjetividad para educar o si, más bien, debe orientarse únicamente por incorporar a su programa lo práctico y lo técnico.
El contrapunto es pues entre fantasía y realidad, para dilucidar lo cual vale preguntarnos: ¿Cuál es la realidad válida para la educación como para la literatura?, porque felizmente no estamos en el ámbito del Banco de Reserva, ni en el del Ministerio de Economía, aunque cada vez pareciera que las recetas para la educación emanan incuestionables desde esas oficinas, sino que felizmente trabajamos en escuelas y colegios y nuestro desempeño se ubica en el campo de la educación.
Entonces ¿cuál es le relación entre realidad y fantasía? Porque ¿es acaso la realidad sólo la social, histórica y circunstancial? ¿Es la realidad solo la exterior, concreta y a flor de piel? ¿Es únicamente realidad la cotidianeidad ordinaria, la tecnología o la guerra?
Ni siquiera para todos los adultos, sean hombres o mujeres, no es esa la realidad sino otra, o al menos es esa parcialmente, complementada con otras facetas de la realidad integral, entre las cuales están las ilusiones, los proyectos, los sueños y anhelos tan legítimos y propulsores tan igual o mayormente fuertes que la realidad opaca de las cosas.
4. Por encima de las limitaciones
Para los niños: acaso ¿es esa la realidad con la cual vamos a trabajar? ¿Es esa realidad la que vamos a reconocer como única y principal para los niños? Si fuera así: ¿dónde queda entonces la subjetividad, el alma y el anhelo de mejorar y hasta de ser otros en relación a los atrasos que debamos de dejar atrás? ¿Son enemigos la fantasía y la vida? ¿Son irreconciliables el mundo de la calle y los sueño, o más bien hay que juntarlos”.
Hay sobre todo ello, más allá o al fondo de esa realidad opaca la otra esencial, uno de cuyos ámbitos es la fantasía, la misma que no trasgrede la realidad, sino que surge de ella, la involucra y quizá la representa mejor. De allí que no hay fantasía incoherente, por más que lo parezca, con la realidad objetiva; no hay fantasía que sea espuria o hija ilegítima de la realidad social que la contiene y la implica.
En este contexto, la literatura en muchos casos es más verdad que la historia de los hechos, fastos y acontecimientos. Y es porque ella se ubica en un terreno atemporal y por encima de las limitaciones espaciales; es decir no tiene tiempo y no tiene espacio contingentes que la relativicen.
La utilización de la literatura infantil en las aulas no será posible si no hay docentes preparadas, imbuidas de un buen y vasto conocimiento sobre este tema y que permanentemente estén actualizándose en nuevos enfoques, materiales y estrategias.
5. Espacio donde florezca el canto a la vida
Postulamos pues que la literatura infantil debe ser el punto de partida, el centro y el hilo conductor e integrador de los diversos aprendizajes en el nivel de la Educación Inicial, hecho que impondrá un mayor acercamiento a planteamientos y metodologías que trabajen con la oralidad literaria, constituida por el acervo de nanas, cantilenas, jitanjáforas, mitos, leyendas, cuentos y poemas que circulan en forma oral.
Para Jean Piaget, cuyo pensamiento es dominante ahora en los planteamientos de diseños curriculares y que se adoptan en los sistemas educativos de los diversos países de América Latina, la vida afectiva y la vida cognitiva son inseparables habiendo un paralelismo entre las emociones y los procesos de inteligencia racional.
Pero es más, hay plena coincidencia con Lev Vygotsky en el sentido que el lenguaje que el niño procesa desde sus primeros días y meses de vida es la base para el desarrollo de ideas, que a su vez es la base para el desenvolvimiento de acciones conscientes que, a su vez es la base para la socialización.
La literatura se sitúa ahora como un contenido esencial, al advertirse que la ciencia siempre va detrás de las intuiciones, las visiones y profecías de la literatura. Y es así: el arte, frecuente y constantemente, nos da arquetipos y modelos que están en ese punto intermedio de seres ideales pero a la vez con mucha inserción en lo concreto.
Pero, además, el don de la literatura es que es íntima y personal, vertiente donde el hombre puede reconocer y sentir con la mayor intensidad su individualidad. Siendo así, sin embargo, ella alcanza la proyección a lo universal. Por esta razón el arte está en el término medio entre lo real y lo fantástico, entre lo objetivo y el mundo del ideal, al cual todos debemos aspirar.
6. Trasponer la puerta e ingresar a la literatura
La literatura es el arte de lo particular que se universaliza, porque cuando el conocimiento se desprende totalmente de lo privado e individual, se hace entonces ciencia, es decir pasa a ser un principio universal totalmente despersonalizado. Y, a la vez, cuando un hecho cobra únicamente un valor individual queda en la esfera de lo universal y privado.
Pero cuando contenidos muy personales, por acción del arte, valen para muchos, se traspone la puerta y se ingresa a la literatura, la misma que se sitúa entonces en una línea de tensión entre lo que es íntimo pero a la vez con el poder de ser universal:
La Educación Inicial es todavía, y felizmente, una educación en correspondencia y fidelidad con la vida, el juego, la alegría y la ternura. Hagamos por eso que en ella el gozo de existir se afiance y sobresalga frente a la presión y al dominio de lo cognitivo en el cual luego es atrapado el conjunto del sistema educativo en general.
Abramos el espacio social en donde se manifieste y florezca el canto a la vida. Y prosperen entonces las actividades artísticas, las manifestaciones culturales y sea una fiesta el acto supremo y humano que es educar. Gabriel Celaya se expresaba así:
Educar es lo mismoque ponerle un motor a una barca...Hay que medir, pesar, equilibrar......y poner todo en marcha.
Pero para eso uno tiene que llevaren el alma un poco de marino...un poco de pirata, un pocode poeta... y un kilo y mediode paciencia concentrada.Pero es consolador soñar mientras uno trabaja, que ese barco, ese niñoirá muy lejos por el agua.Soñar que ese navío llevaránuestra carga de palabrashacia puertos distantes,hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día estédurmiendo nuestra propia barca,en barcos nuevos seguiránuestra barca enarbolada.
1. La Educación Inicial en el Perú
La Educación Inicial como primer nivel del sistema educativo peruano data su existencia a partir de los años 70 del siglo anterior, oficialmente a partir del año 1972, cuando se la instituye en el marco del proceso de la Reforma de la Educación Peruana.
Sin embargo, en su devenir hay varios otros hitos notables que abarcan desde un poco antes del inicio del siglo XX, cuando Juana Alarco de Danmert en 1896 funda la Sociedad Auxiliadora de la Infancia que incluía entre sus fines el establecimiento de centros educativos para niños de 0 a 7 años.
Elvira García y García, cofundadora de la citada Sociedad, establece en 1902 el primer kindergarten para niños de 2 a 8 años, anexo al Liceo Fanning para señoritas, inspirada en la doctrina y el ejemplo del pedagogo alemán Federico Froebel.
Las hermanas Victoria y Emilia Barcia Boniffati al regresar de Europa crean en 1921, y en Iquitos, el Kindergarden Moderno.
Aproximadamente, diez años después, el 25 de mayo del año 1931 Victoria y Emilia Barcia Boniffati, son llamadas por el Presidente Augusto B. Leguía para fundar oficialmente el Primer Jardín de la Infancia en el Perú, dirigido a niños de 4 a 5 años de edad, fecha que se conmemora como el Día de la Educación Inicial en el Perú.
2. Primer Nivel del Sistema Educativo
El primer Jardín de la Infancia funcionó en el Parque La Mar de Lima, con carácter público y gratuito, bajo el lema “Todo por amor, nada por fuerza”, institución educativa que después ha pasado a ser el centro de aplicación del Instituto Nacional Superior Peruano de Educación Inicial, INSPEI, que funciona hasta la fecha en el distrito de San Miguel.
Pasó una década para establecerse, en 1939, la primera Escuela de Preparación para Maestras Jardineras de la Infancia y tres décadas para que funcione el Instituto Nacional de Especialización Infantil (1959), con el propósito de preparar maestras que trabajen en dichos centros, con el objetivo de: favorecer el proceso de socialización, formación de hábitos y el desarrollo de habilidades y destrezas que preparen al niño para su ingreso a la etapa escolar.
Ya en marzo de 1972 el gobierno militar y reformista de aquella época promulga la Ley General de Educación que considera a la Educación Inicial como el Primer Nivel del Sistema Educativo Peruano:
“...destinado a crear las condiciones indispensables para el desarrollo cabal de las potencialidades de los niños, fortaleciendo la necesaria acción familiar y comunitaria, complementándola cuando sea deficiente y supliéndola cuando falte”.
3. No se limita a los aprestamientos
Esta nueva concepción corrige la inmediata anterior que visualizaba la Educación Inicial como antesala y preparación para la Educación Primaria. De esta nueva iniciativa son propulsores Carlos Castillo Ríos y Walter Peñaloza Ramella, quienes elaboraron el proyecto innovador en el marco de la nueva concepción de la educación que conducían a nivel general los maestros Augusto Salazar Bondy y Emilio Barrantes Revoredo.
La estructura del nivel de la Educación Inicial recién concebido en aquella fecha es el de Cunas, para niños de 0 a 3 años de edad y Jardines de Niños para los infantes de 3 a 5 años. Complementario a esto se consideran los Programas No Escolarizados, PRONOIs, dirigidos a padres de familia y comunidad.
La Educación Inicial pasa, de este modo, a tener su propia filosofía, sus fines autónomos, así como sus objetivos y metodologías específicos, contando además con sus propios fundamentos científicos y doctrinarios, sustentados principalmente en las investigaciones del biólogo y psicólogo suizo Jean Piaget, cuyos estudios esclarecieron las fases y características en la adquisición y construcción del conocimiento en niños y adolescentes.
No es el nivel de la Educación Inicial –así se lo reconoce en la Ley General de Educación, se lo siente y se lo vive– una antesala ni una preparación para la Educación Primaria, mucho menos se limita a los aprestamientos para la enseñanza en las diversas disciplinas del conocimiento; ella ha alcanzado a tener cabalmente una deontología propia, un ideario y un destino que la ennoblece y la hace genuina.
4. Ser comprendidos, amados y felices
La Educación Inicial ya desde su institucionalización definió lúcidamente sus propios fines. Concordante con eso, es importante que la articulación con los primeros grados de la Educación Primaria no sea una presión o una imposición de esta última buscando que se adapte aquella a requerimientos y exigencias que no le son pertinentes.
Es bueno dedicar la mayor atención y desvelo a la educación en los primeros años de vida del niño puesto que ya está demostrado fehacientemente que las capacidades que se desarrollen y los aprendizajes que se construyan en este período son básicos y decisivos en lo que se refiere a la conformación de la sensibilidad, inteligencia, comportamiento y valores.
Si queremos construir desde el cimiento hasta la cumbrera y no desde la teja airosa para después tratar de colocar la piedra fundamental que sostenga la casa, hay que atender lo que nos recomendaba desde hace ya más de 200 años Juan Jacobo Rousseau cuando decía que “el niño tenía derecho a ser entendido antes que ser educado”, a lo que nosotros agregaríamos que a ellos les asiste, de igual modo, el derecho mayor e inaplazable a ser comprendidos, amados y felices.
5. La educación de la esperanza
La educación tiene que alcanzar una comprensión amplia tomando como base el ser integral del niño. Una visión cabal de lo que es educar es no reducir esta función a la mera adquisición de conocimientos sino a un desarrollo global de la persona humana, dando debida atención a la psicomotricidad, al ámbito socioemocional e intelectual del educando.
Ha de fundarse en los saberes y quereres más íntimos y genuinos del niño, que se proyecta al padre, a la casa y al hogar; que reeduca a la familia, ligando además en ese cometido la actuación de otros sectores del acontecer social como son: salud, vivienda, comunicación, medio ambiente y otros.
Es importante en esta visión de la educación ubicar la formación del niño en el espacio del juego, de la recreación artística, de la comunicación en general, reivindicando el gesto, la caricia, la palabra, el abrazo.
De este modo se ha fundando en nuestro país la educación de la esperanza, de la entrega generosa, del anhelo de un destino superior, donde se manifieste y florezca el canto a la vida, con la pujanza y vitalidad de un profesorado con dedicación y entusiasmo por su trabajo en el aula y por proyección a la comunidad en el ideal de instaurar una sociedad solidaria.
6. Del arroyo que se hace río, laguna o mar
La clave de todo este accionar radica en el amor y en la esperanza que han de hacerse vigentes en la relación maestro niño, amor y esperanza que lo alientan y animan todo, fuerzas que todo lo integran, redimen y proveen de sentido.
Porque, así como en el vino, por más que mezclemos infinidad de veces el zumo de la vid y la miel que lo componen no obtendremos este producto si no se sigue el proceso de su decantación, así también en educación y en la vida, no alcanzaremos a dar el temblor, el pálpito ni el pulso primero y final que nos abra paso al sentir y al despertar, si no alentamos en el fondo de su milagro y prodigio el amor y la esperanza.
Proposición es esta que se alinea en el ser y el anhelo de una educación de la ternura, de la flor que presiente el fruto, del arroyo que se hace río, laguna o mar que concilie con el milagro de la vida, de su trascendencia y su intrínseca eternidad.
Unos versos del poeta Yogonanda, encuentro de mucha significación y precisos para el contenido que hoy nos ocupa, cuando dice:
A través de estambres y pistiloshas creado tú las flores puras.Y a través de mis padres y su uniónmi cuerpo has modelado con dulzura.Así como tú eres el creador de todo bienasí lo somos nosotros también.Enséñanos a crear, sagradamentesantamente, ya sea nobles hijoso nobles ideas.
B. IMPORTANCIA DE LA LITERATURA INFANTILEN LA EDUCACIÓN INICIAL
1. Formar niños capaces de asumir su destino
Vivimos en un mundo signado por cambios continuos que son efecto del desenvolvimiento de los procesos culturales, sociales y políticos, como también del avance cada día más vertiginoso de la ciencia, la técnica y la economía.
Teniendo como referencia el desafío de construir en nuestras sociedades la modernidad con identidad, con sensibilidad y valores, es importante estar debidamente atentos a todas las corrientes de pensamiento y acción y ser conscientes de los problemas y, sobre todo, de cuáles son las soluciones adecuadas a fin de resolverlos afianzando lo humano y sus dones primigenios.
Ya es bastante conocido por todos que la base del desarrollo del ser humano se gesta en los primeros años de vida, cuya atención y cuidado se confía y corresponde al nivel de la Educación Inicial, que abarca "cunas" y "jardines", que atienden las etapas en que el niño traza y cimienta su personalidad integral.
Es por eso que siempre será fundamental dedicar a este nivel los mayores esfuerzos, proyectando la suficiente visión en el trabajo y la entrega que permita que ella se concrete y plasme, visión que permita esclarecer criterios en cada uno de los aspectos que lo influyen y condicionan para que sean siempre coherentes con la realidad.
Asimismo, es deseable en los maestros y maestras imbuirse de los mejores atributos que nos permitan acertar en el ideal de formar niños capaces de asumir su destino y realización en el mundo con lo mejor de sus potencialidades.
2. El rol de la literatura infantil
El rol de la literatura infantil ha sido revalorizado para la educación en general, porque pasó mucho tiempo en el cual se juzgó que para educar debería hacerse únicamente sobre bases objetivas, en función de las cosas, las técnicas, los servicios y el mundo concretos.
Pero ahora incluso la ciencia a través de la psicología revalora la emotividad para el desarrollo integral de la personalidad y la psicolingüística advierte acerca de la importancia del desarrollo del lenguaje para tener pensamientos, acciones conscientes y socialización.
Si a ello se suma que las investigaciones en general revelan lo imprescindible de la fantasía para el desarrollo de la inteligencia humana, es entonces cuando la concepción y reflexión educacional vuelven los ojos para reconocer la importancia del juego, de la imaginación y la creatividad, terminándose por otorgar un valor enorme a la literatura infantil en la Educación Inicial.
Porque ocurre que cuando el niño grita «¡los caballos!, ¡los caballos!», para nosotros los adultos es algo corriente y de rutina, en donde ya no ocurre nada de extraordinario ni del otro mudo. Sin embargo, para los niños no solo es un mensaje y un grito de júbilo, sino que es toda una jornada de honda poesía que los niños la viven de manera intensa y real.
Así, un niño travieso puede jugar a fantasear a ser el niño travieso, el otro que es tranquilo y ordenado puede hacer de sí mismo todo un personaje mágico, porque entre realidad y fantasía para ellos no hay diferencias ni fronteras y la superponen de manera habitual.
3. Mundo objetivo y fantasía
Sin embargo, en algunos ámbitos el debate aún sigue siendo vehemente de si la educación puede y debe valerse de la fantasía, de la imaginación y de la subjetividad para educar o si, más bien, debe orientarse únicamente por incorporar a su programa lo práctico y lo técnico.
El contrapunto es pues entre fantasía y realidad, para dilucidar lo cual vale preguntarnos: ¿Cuál es la realidad válida para la educación como para la literatura?, porque felizmente no estamos en el ámbito del Banco de Reserva, ni en el del Ministerio de Economía, aunque cada vez pareciera que las recetas para la educación emanan incuestionables desde esas oficinas, sino que felizmente trabajamos en escuelas y colegios y nuestro desempeño se ubica en el campo de la educación.
Entonces ¿cuál es le relación entre realidad y fantasía? Porque ¿es acaso la realidad sólo la social, histórica y circunstancial? ¿Es la realidad solo la exterior, concreta y a flor de piel? ¿Es únicamente realidad la cotidianeidad ordinaria, la tecnología o la guerra?
Ni siquiera para todos los adultos, sean hombres o mujeres, no es esa la realidad sino otra, o al menos es esa parcialmente, complementada con otras facetas de la realidad integral, entre las cuales están las ilusiones, los proyectos, los sueños y anhelos tan legítimos y propulsores tan igual o mayormente fuertes que la realidad opaca de las cosas.
4. Por encima de las limitaciones
Para los niños: acaso ¿es esa la realidad con la cual vamos a trabajar? ¿Es esa realidad la que vamos a reconocer como única y principal para los niños? Si fuera así: ¿dónde queda entonces la subjetividad, el alma y el anhelo de mejorar y hasta de ser otros en relación a los atrasos que debamos de dejar atrás? ¿Son enemigos la fantasía y la vida? ¿Son irreconciliables el mundo de la calle y los sueño, o más bien hay que juntarlos”.
Hay sobre todo ello, más allá o al fondo de esa realidad opaca la otra esencial, uno de cuyos ámbitos es la fantasía, la misma que no trasgrede la realidad, sino que surge de ella, la involucra y quizá la representa mejor. De allí que no hay fantasía incoherente, por más que lo parezca, con la realidad objetiva; no hay fantasía que sea espuria o hija ilegítima de la realidad social que la contiene y la implica.
En este contexto, la literatura en muchos casos es más verdad que la historia de los hechos, fastos y acontecimientos. Y es porque ella se ubica en un terreno atemporal y por encima de las limitaciones espaciales; es decir no tiene tiempo y no tiene espacio contingentes que la relativicen.
La utilización de la literatura infantil en las aulas no será posible si no hay docentes preparadas, imbuidas de un buen y vasto conocimiento sobre este tema y que permanentemente estén actualizándose en nuevos enfoques, materiales y estrategias.
5. Espacio donde florezca el canto a la vida
Postulamos pues que la literatura infantil debe ser el punto de partida, el centro y el hilo conductor e integrador de los diversos aprendizajes en el nivel de la Educación Inicial, hecho que impondrá un mayor acercamiento a planteamientos y metodologías que trabajen con la oralidad literaria, constituida por el acervo de nanas, cantilenas, jitanjáforas, mitos, leyendas, cuentos y poemas que circulan en forma oral.
Para Jean Piaget, cuyo pensamiento es dominante ahora en los planteamientos de diseños curriculares y que se adoptan en los sistemas educativos de los diversos países de América Latina, la vida afectiva y la vida cognitiva son inseparables habiendo un paralelismo entre las emociones y los procesos de inteligencia racional.
Pero es más, hay plena coincidencia con Lev Vygotsky en el sentido que el lenguaje que el niño procesa desde sus primeros días y meses de vida es la base para el desarrollo de ideas, que a su vez es la base para el desenvolvimiento de acciones conscientes que, a su vez es la base para la socialización.
La literatura se sitúa ahora como un contenido esencial, al advertirse que la ciencia siempre va detrás de las intuiciones, las visiones y profecías de la literatura. Y es así: el arte, frecuente y constantemente, nos da arquetipos y modelos que están en ese punto intermedio de seres ideales pero a la vez con mucha inserción en lo concreto.
Pero, además, el don de la literatura es que es íntima y personal, vertiente donde el hombre puede reconocer y sentir con la mayor intensidad su individualidad. Siendo así, sin embargo, ella alcanza la proyección a lo universal. Por esta razón el arte está en el término medio entre lo real y lo fantástico, entre lo objetivo y el mundo del ideal, al cual todos debemos aspirar.
6. Trasponer la puerta e ingresar a la literatura
La literatura es el arte de lo particular que se universaliza, porque cuando el conocimiento se desprende totalmente de lo privado e individual, se hace entonces ciencia, es decir pasa a ser un principio universal totalmente despersonalizado. Y, a la vez, cuando un hecho cobra únicamente un valor individual queda en la esfera de lo universal y privado.
Pero cuando contenidos muy personales, por acción del arte, valen para muchos, se traspone la puerta y se ingresa a la literatura, la misma que se sitúa entonces en una línea de tensión entre lo que es íntimo pero a la vez con el poder de ser universal:
La Educación Inicial es todavía, y felizmente, una educación en correspondencia y fidelidad con la vida, el juego, la alegría y la ternura. Hagamos por eso que en ella el gozo de existir se afiance y sobresalga frente a la presión y al dominio de lo cognitivo en el cual luego es atrapado el conjunto del sistema educativo en general.
Abramos el espacio social en donde se manifieste y florezca el canto a la vida. Y prosperen entonces las actividades artísticas, las manifestaciones culturales y sea una fiesta el acto supremo y humano que es educar. Gabriel Celaya se expresaba así:
Educar es lo mismoque ponerle un motor a una barca...Hay que medir, pesar, equilibrar......y poner todo en marcha.
Pero para eso uno tiene que llevaren el alma un poco de marino...un poco de pirata, un pocode poeta... y un kilo y mediode paciencia concentrada.Pero es consolador soñar mientras uno trabaja, que ese barco, ese niñoirá muy lejos por el agua.Soñar que ese navío llevaránuestra carga de palabrashacia puertos distantes,hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día estédurmiendo nuestra propia barca,en barcos nuevos seguiránuestra barca enarbolada.
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